¿Y si ser líder no es lo que pensábamos? Liderazgo consciente

 

A veces, sin darnos cuenta, asociamos la palabra "líder" con esa figura extrovertida que tiene todas las respuestas, que toma las decisiones colectivas de un grupo de gente y que siempre está al frente marcando el camino a seguir. Pero personalmente, después de descubrir el pensamiento de Fred Kofman al respecto, conocí una nueva visión que hizo que me diera cuenta de que realmente un líder no tiene por qué ser esa persona estereotípica en la que pensamos.



Kofman propone el concepto de liderazgo consciente: “un buen líder no es el que consigue que su equipo cumpla objetivos, sino el que logra que esos objetivos sean verdaderamente compartidos”. No es lo mismo imponer metas que proponer y pensar en  un propósito común.

Como futuros profesores y pedagogos, ¿Estamos alineados como comunidad educativa sobre lo que queremos lograr? ¿Nos comprometemos colectivamente con una visión más amplia que ir explicando temas y cumpliendo con el currículo?

Kofman también advierte que un líder que persigue objetivos sin conciencia es incluso un peligro. Me hizo pensar en la cantidad de veces que trabajamos en automático, con buenas intenciones, sí, pero sin detenernos a pensar si lo que estamos haciendo realmente aporta valor.

También me llamó mucho la atención lo que plantea Jim Collins sobre los líderes que transforman organizaciones de forma sostenible. Lo curioso es que muchos de ellos no eran personas particularmente carismáticas. Tenían, en cambio, dos cualidades más importantes aún: voluntad y una gran humildad. Capacidad de escuchar, de reconocer errores, de valorar lo que cada uno puede aportar... Me parece que ahí hay una lección enorme para nuestro oficio: no liderar desde el ego, sino desde el servicio.

Y eso me lleva a una pregunta que me hago cada vez más: ¿qué tipo de liderazgo quiero ejercer en mi futuro como profe? No hablo solo del rol de coordinación, dirección o incluso jefatura. Me refiero a cómo lidero mi aula, mi forma de acompañar, los equipos en los que participo.

No tengo todas las respuestas, pero sí tengo algo seguro: merece la pena pensar cómo estamos liderando, y desde qué lugar queremos hacerlo

Comentarios

  1. Creo que me paso lo mismo al ver las ideas de Kofman y Collins, ya que consideraba a los lideres como personas que eran capaces de que todos les sigan por el simple hecho de poder hablar e interaccionar con todos, es decir, ser carismático y sociable.

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